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Proceso de construcción

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La construcción de una guitarra comienza por la elección del modelo y características generales del instrumento a fabricar; por ejemplo si queremos una guitarra flamenca o una clásica, si copiaremos un ejemplar concreto o un plano; y todas las distancias y reglajes que nos determinarán las características acústicas del instrumento y la facilidad o comodidad que tendremos al tocarlo.

La siguiente decisión es las maderas que se emplearán en el instrumento. Lo más tradicional es utilizar pino abeto para la tapa armónica, cedro para el mástil, ébano para el diapasón y palo santo o ciprés para los aros y el fondo. Existen maderas alternativas para cada parte de la guitarra que en algunos casos consiguen igualar las características acústicas y mecánicas de las anteriormente citadas. En cualquier caso conviene que la madera utilizada esté lo suficientemente seca como para garantizar la estabilidad dimensional y la resistencia que necesita cada una de las piezas que componen el instrumento.

Comenzaremos explicando como se elabora el mástil o mango. Se parte de un listón ancho de cedro algo más largo del tamaño que tendrá la pieza acabada. Se le realiza un corte con un ángulo aproximado de 12 grados y se voltea la pieza superior para pegarla al mástil y dar forma a la pala o cabeza, donde irán los clavijeros mecánicos o las clavijas de madera que tensarán las cuerdas. Con varios trozos del mismo listón o con un taco de cedro se conformará el tacón o zoque del mango. En esta zona se realizan dos ranuras perpendiculares donde se introducirán y pegarán los aros.

Lo siguiente es la elaboración del fondo de la guitarra. Para esto se toman dos tablas delgadas cortadas del mismo tablón y se pegan por el canto simétricamente. Generalmente se pega también una tira de madera en la junta para reforzar la unión y mejorar la estética. Se procede a cepillar y acuchillar el fondo para llevarlo a sus dimensiones predeterminadas. Los aros también se cortan de una misma tabla para que tengan el mismo diseño de las vetas. En este caso se cepillan y acuchillan antes de darles la forma definitiva. Esta forma se les da con una herramienta llamada domador, la cual calienta la madera mojada y le proporciona las curvas necesarias.

Una vez preparados los aros y el fondo se trabaja la tapa armónica a partir de dos tablas de pino abeto. Esta pieza es la más importante en el sonido del instrumento por lo que la elección de la madera y su esmerada elaboración resultan fundamentales para el correcto funcionamiento acústico de la guitarra.

A continuación se pegan las tablas de la tapa y se le incrusta la roseta alrededor de la boca, estas incrustaciones tienen una importante misión de refuerzo además de embellecer el instrumento. Posteriormente se cepilla y acuchilla la tapa para llevarla a los grosores determinados para cada zona. Luego se pegan una serie de barras, también de pino abeto, en la cara contraria a la roseta que darán la resistencia y rigidez necesaria a la tapa para resistir la tensión de las cuerdas y permitir la vibración adecuada de la misma.

La siguiente tarea consiste en unir la tapa, el mástil y los aros, para lo cual se utiliza el formalete. Este consiste en un molde externo del instrumento donde apoyan las piezas que forman la guitarra a la hora de ser pegadas. Sobre esta herramienta se trabaja toda la parte interna de la guitarra y su arquitectura funcional y acústica.
Llegados a este punto está preparada la guitarra para ser cerrada, se colocan una serie de barras de refuerzo en el fondo y se pega éste a los aros y al mástil, dejando casi acabado el instrumento.

Después se procede a poner los filetes que refuerzan todos los laterales de la guitarra. Esta filetería confiere un acabado preciosista además de evitar roturas por golpes. Los filetes se componen de varias tiras de chapa de madera, en colores contrastantes, pegadas en unas ranuras realizadas en todo el perímetro de la tapa y el fondo de la guitarra.
A continuación se prepara el diapasón con una tabla de ébano. Se calculan las distancias de las ranuras donde irán insertados los trastes y se marcan con un serrucho. Se tornean las clavijas de madera o se ajustan los clavijeros mecánicos donde irán atadas las cuerdas. En este momento se preparan también el puente y los huesos en que apoyan las cuerdas del instrumento.

Después de pegado el puente se colocan los trastes y se tallan para facilitar la ejecución. Finalmente se lija y acuchilla todo el instrumento y se deja preparado para recibir el barniz. Mis instrumentos sólo llevan goma laca dada a «muñequilla» de la forma tradicional, con tapa poros de piedra pómez.